Carrícola

modelo de sostenibilidad

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rincipios del siglo XXI. Alrededor de una mesa se sientan ayuntamiento, promotor, constructor y comprador, para acordar un precio justo por la vivienda. Sin documentos, con la fuerza de la palabra dada. Esta fotografía insólita, en plena vorágine especuladora, ilustra la construcción de ocho nuevas viviendas que servirán para unir las dos partes del pueblo. Es el único plan de expansión de un pueblo que ha decidido escoger un camino propio, dejando de lado promesas de crecimiento a costa del paisaje. Bienvenidos a Carrícola. Bienvenidos a otro ritmo.

Respeto por el entorno

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i paseáis por Carrícola a la búsqueda de un polígono industrial, de aquellos que, a menudo vacíos, tienen la mayoría de pueblos valencianos, no hace falta que insistáis. No lo vais a encontrar. Como tampoco ninguna área nueva urbanizada nacida en la época en que se prometían nuevos paraísos en los territorios del interior. Este municipio de la Vall d’Albaida, situado en la Umbría del Benicadell, ha escogido desde hace años un camino propio: la supervivencia de un pequeño municipio rural en armonía con el entorno. Carrícola apuesta ahora mismo por un modelo de sostenibilidad.

Pionero en la implantación de la agricultura ecológica, en la década de los años ochenta, Carrícola ha realizado una apuesta integral por proyectos sostenibles; con una implicación del vecindario modélica, labrada diacrónicamente con iniciativas mesuradas, trabajadas sin prisas y a pie de calle. Una de las cuestiones que más llama la atención es encontrar materializadas, sobre el terreno, las solemnes declaraciones que solemos escuchar en los grandes foros mundiales sobre medio ambiente y cambio climático. Importantes retos globales, como el aprovechamiento de las aguas residuales y de los residuos orgánicos, son aquí realidad. De hecho en Carrícola se tiene la impresión que, a pesar de ir a poco a poco y con mucho esfuerzo, se va un paso por delante.

Un pueblo, sin duda, con una singular determinación: si no es sostenible, no lo hacemos.

De materia orgánica a compost

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no de les objetivos que se repite en todas las normativas en materia de residuos es el de la recogida selectiva de la fracción orgánica generada en los hogares. Pues bien, Carrícola es el único municipio de las cinco comarcas del COR que ya la tiene implantada. En el pueblo hay dos contenedores de madeera, integrados en el medio y realizados por artesanos locales, donde los ciudadanos depositan su materia orgánica.

Después se lleva a los compostadores, donde se convertirán en abono para los huertos locales. El ayuntamiento acaba de adquirir unos terrenos para emplazar una sencilla instalación que permita mejorar el compostaje y cerrar el ciclo. Los residuos entendidos como valor, la materia orgánica que se reintegra en la naturaleza.

Carrícola es la población que menos paga en la factura al Consorcio de Residuos, gracias a la bonificación que recibe por recoger selectivamente la fracción orgánica. Han reducido notablemente los kilos que se lleva la empresa de recogida, de manera que trabajan para que también les rebaje la factura municipal. El premio a una buena gestión.

Se calcula que, en el territorio valenciano, más del 40% del contenido de la bolsa de basura es materia orgánica. Según la normativa europea, el año 2020 la mitad de los residuos domésticos se tendrán que destinar a la reutilización y el reciclaje. En Carrícola, sin duda, están preparados para asumir el reto.

Una depuradora natural

El Foro Mundial de la Alimentación y la Agricultura concluyó, en un mundo cada vez más poblado, que las aguas residuales se han de gestionar como un recurso y no como un residuo. Los usos para el riego agrícola son un desafío global, que Carrícola ya ha asumido como propio.

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maginemos una depuradora de aguas residuales. Imaginemos, bien cerca, una zona verde con parque infantil. Lo primero que nos viene a la cabeza es que es imposible, sobretodo por los malos olores y el ruido. Pues bien, en Carrícola es una realidad. El municipio descartó desde un principio la idea de instalar una depuradora convencional, que necesita una gran inversión económica y consume mucha energía. En colaboración con la Universitat Politècnica de València se diseñó un sistema de depuración completamente natural, basado en la fitodepuración. La acción de plantas y piedras en marismas y balsas a diferentes niveles. Ni olores, ni ruidos, completamente integrada en el paisaje y con una parque infantil al lado mismo.

Los resultados de los filtros verdes son excelentes, comprobados mediante análisis periódicos. Ahora falta el último paso para cerrar el ciclo. Utilizar las aguas depuradas del pueblo, que ahora acaban en el lecho del barranco, para regar los huertos. El cierre del ciclo. El Ayuntamiento espera conseguir para ello la financiación necesaria, que no es mucha.

Los porqués

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recer sin competir, gestión sostenible de los recursos, integración en el entorno, refuerzo de los sectores productivos que representan el medio de vida de sus habitantes…son conceptos que en Carrícola se utilizan con una sorprendente naturalidad. La apuesta de esta población es muy clara y ha acabado convirtiéndose en la principal seña de identidad. Pero, ¿por qué en Carrícola? ¿Qué tiene este pueblo que no tenga el resto, para haberse definido a sí mismo a través de una diálogo respetuoso con el entorno?

Para comprenderlo hemos de volver unos años atrás, en la década de los años 80. En un contexto de fuerte sentimiento comunitario, enraizado históricamente, des de Francia llega la propuesta de convertir los huertos de Carrícola a producción ecológica. Los agricultores se inscriben en el proyecto, mayoritariamente. A partir de este momento queda inoculado el virus de la ecología. Todas las iniciativas se basarán, hasta la actualidad, en criterios de sostenibilidad ambiental y humana. Porque todo, todo, en Carrícola se ha hecho para mantener el estilo de vida de su gente.

Arte y naturaleza

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iodivers es uno de los proyectos emblemáticos de Carrícola, posiblemente el más conocido por su enorme atractivo visual. Desde el compromiso y el vínculo con el entorno ambiental, surgió la idea de generar itinerarios artísticos con obras integradas en el paisaje. Como todo lo que se hace en Carrícola, Biodivers contó con la colaboración de muchos actores: en este caso, principalmente, de los artistas y de personas como Romà de la Calle, en aquel momento presidente de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, y Joan Peiró, vicerector de Cultura de la UPV.

Sin el impulso cálido y sincero de hombres y mujeres comprometidos, el proyecto no hubiera sido posible. Biodivers ha tenido dos ediciones, en los años 2010 y 2015, y ya espera la tercera. Los frutos se pueden visitar en tres itinerarios artísticos que nacen en el núcleo urbano: paseando por Carrícola, barranco y senda del Castell y los caminos del agua. Obras de cerca de setenta creadores dialogan con la naturaleza, con especial sensibilidad en la recuperación de espacios degradados y utilizando exclusivamente materiales de origen vegetal o mineral.

Xino-xano, homenaje al campesino, la madriguera del ojo, abierto a los sueños, la araña barrendera, babel, el dragón…una ideal genial y arriesgada que ha acabado convirtiendo los alrededores de Carrícola en un espacio de arte medioambiental con evocadoras propuestas.

Una apuesta de futuro

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oner de relieve el Patrimonio local ha sido también una de las principales lineas de trabajo en un municipio que sorprende, dadas sus dimensiones, por la cantidad y variedad de iniciativas. En este sentido destaca la recuperación y acondicionamiento del Paraje Natural Municipal de les Arcades. 25.000 m² de patrimonio hidráulico, con acueductos de la época islámico y aprovechamientos para el riego. También se ha restaurado el Castillo de Carrícola, declarado Bien de Interés Cultural y ubicado en la Umbría del Benicadell, y el lavadero municipal.

Y si hablamos de patrimonio, no debemos olvidar la vertiente natural. El paisaje forma parte de la identidad de Carrícola; se ha realizado catalogación de los olivos milenarios, la flora y los árboles singulares. A escasa distancia del núcleo urbano, en unos terrenos municipales, la Coordinadora Ecologista de la Vall d’Albaida elevó con técnicas de bioconstrucción la conocida Ametla de Palla. Inaugurada en 2008 y sede habitual de actividades relacionadas con el medio ambiente, cuenta con un jardín de flora dedicado al etnobotánico Joan Pellicer.

Las carreras de montaña han sabido hacerse un espacio en Carrícola. La Media Maratón y el Maratón son especialmente apreciados por el colectivo de corredores de montaña, porque discurren por el entorno natural del municipio y tienen una buena organización. Ahora bien, como toda actividad que se pone en marcha, se pone un cuidado especial en la sostenibilidad. Hay un límite de inscripciones estricto, para que el número de participantes no represente una alteración del equilibrio existente.

Pasear por Carrícola lleva inevitablemente a descubrir algún proyecto en marcha, impulsado siempre con mucho esfuerzo y entusiasmo. Teniendo en cuenta el déficit estructural de viviendas, ahora se ha comenzado a habilitar una zona de camping con casitas de bioconstrucción, dedicado especialmente a las estancias cortas. Muy cerca del pueblo y de la Umbría del Benicadell, y con vistas a la Vall, resulta más que tentador.